Publicado impreso en la edic. #2
Para el siglo pasado, existían hombres comerciantes que se dirigían a las zonas rurales para comprale a nuestros jíbaros sus productos artesanales. Lamentablemente, la falta de conocimiento, hizo que muchos jíbaros fueran estafados y robados. Estos comerciantes nunca pagaron el precio real de la pieza y en otros casos nunca regresaban a pagar por las piezas.